
La deuda contraida por el gobierno paraguayo, que inicialmente era de 2.000 millones de dólares, se elevó a 10.000 millones para el año 2.008, no teniéndose una idea muy clara de cómo esto ocurrió por la
falta de predisposición de la EBY (tanto de Paraguay como de Argentina) para transparentar el balance financiero del ente.